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La Terraza de Chacao frente al espectáculo

  • 30 jun
  • 1 Min. de lectura

Hoy fue un gran día.

Ya es mañana. En realidad fue ayer.


Viví en el reino de lo desconocido.

Bailé con Bilbao y entendí cómo se observan las ondas, los fluidos, cómo algo tan imperceptible puede tener forma.


Estábamos en la terraza de Ro.

Solo la ciudad y su humedad suspendida.


Hablé con Mariano, el hermano de Ludovic. Miré a la censurada por instantes.

La lluvia era esporádica.

Caía como si respondiera a lo que decíamos.


La proyección sin conexión fue esencial,

la gente que pasaba se detenía a mirar, dsfrutaban viendo a otros disfrutar.


Nosotros, quietos. Nosotros, testigos.

Nosotros, también parte de esa escena.



 
 
 

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